Los Oklahoma City Thunder buscan consolidarse en las Finales de la NBA, y el rendimiento de sus jóvenes estrellas es crucial. Si bien Shai Gilgeous-Alexander sigue siendo el pilar ofensivo, la contribución de Jalen Williams y Chet Holmgren es fundamental para el éxito del equipo.
El resurgir de Holmgren
Después de un primer partido para el olvido, Chet Holmgren demostró su capacidad de recuperación en el segundo encuentro de las Finales de 2025. El pívot, de tan solo 23 años, mostró una actitud mucho más agresiva desde el principio, defendiendo con solidez a Myles Turner y encontrando espacios para lanzar con comodidad. Finalizó el partido con unos impresionantes 15 puntos, 6 rebotes y 1 tapón, con un 54.5% de acierto en tiros de campo.
Lo que sorprendió a muchos fue la revelación de Shai Gilgeous-Alexander después del partido: nadie habló con Holmgren sobre su bajo rendimiento en el primer juego. El equipo confió en su capacidad para analizar sus errores y corregirlos por sí mismo. Y Holmgren respondió con creces.
Williams, la constante
Jalen Williams, por su parte, ha sido una presencia constante para los Thunder. Su evolución desde una universidad de segunda línea hasta el estrellato en la NBA es notable. El entrenador Mark Daigneault destaca que tanto Williams como Holmgren, ambos drafteados en 2022, se encuentran en una posición inusual para jugadores de tercer año, asumiendo roles importantes en el escenario más grande del baloncesto.
Daigneault enfatizó la importancia de que estos jóvenes continúen compitiendo al máximo, aprendiendo de cada partido y aplicando esas lecciones en el futuro. A pesar de no siempre tener su mejor juego, Williams y Holmgren han demostrado una gran capacidad para recuperarse y prepararse para el siguiente desafío.
El desarrollo de estos jugadores, junto con la experiencia de Gilgeous-Alexander, permite a los Thunder soñar con el campeonato.