La inflación de junio de 2025 genera preocupación. Tras un respiro en mayo, los primeros relevamientos privados apuntan a una aceleración cercana al 2% mensual. Este incremento estaría impulsado por diversos factores, incluyendo el alza en precios regulados como combustibles y servicios públicos, así como la presión estacional de frutas y verduras. La ausencia del efecto Hot Sale, que suele amortiguar algunos precios, también contribuyó a esta tendencia.
¿Qué dicen los números?
Mientras esperamos el dato oficial del INDEC, las consultoras privadas ya anticipan un panorama complejo. El índice de precios minoristas de C&T para la región GBA, por ejemplo, mostró un aumento del 2% en junio, superando el 1,8% de mayo. A pesar de esto, la variación interanual se redujo al 38,7%, la menor desde principios de 2021, según la consultora.
Alimentos y Bebidas: Un factor clave
El rubro de alimentos y bebidas también experimentó un repunte, con una suba del 1,4% en junio, tras un mínimo del 0,3% en mayo. Panificados, lácteos y bebidas fueron los principales impulsores de este incremento. Otras consultoras, como LCG, observaron un aumento promedio del 0,1% en alimentos durante la cuarta semana de junio, con subas en carnes y verduras contrarrestadas por la caída en otros productos. Analytica detalló que los mayores aumentos en alimentos y bebidas durante las últimas cuatro semanas se registraron en café, té, yerba y cacao, así como en azúcar, dulces y chocolates.
Precios Regulados y su Impacto
El ajuste en servicios públicos, especialmente gas y electricidad, impactó directamente en el rubro de vivienda. Si bien los combustibles mostraron un aumento moderado en comparación con la baja de mayo, su influencia en el rubro transporte fue evidente. Los cigarrillos, tras un período de estabilidad, retomaron las subas, al igual que los artículos de tocador y belleza.
Perspectivas para Julio
La gran pregunta es si esta tendencia alcista continuará en julio. Los analistas sugieren que la inflación podría mantenerse en niveles similares, impulsada por la inercia de los precios regulados y la persistencia de la presión inflacionaria en el sector de alimentos. Estaremos atentos a los próximos datos para confirmar o desmentir estas proyecciones.