La WNBA está viviendo un momento de auge gracias a una nueva generación de jugadoras talentosas como Angel Reese, Cameron Brink y Paige Bueckers. Sin embargo, este éxito se ve amenazado por un aumento preocupante en las lesiones. La última víctima es la superestrella Caitlin Clark, quien anunció recientemente en Instagram que se perderá el resto de la temporada debido a una lesión en la ingle.
Esta baja eleva a cinco el número total de jugadoras lesionadas en su equipo, las Indiana Fever. En toda la liga, 16 jugadoras están fuera por el resto de la temporada 2025, según datos del 10 de septiembre. Esta situación ha generado preocupación y debate sobre las posibles causas.
¿Qué está pasando en la WNBA?
Jordan Robinson, periodista deportiva y presentadora del podcast The Women’s Hoops Show, señala que las lesiones son consecuencia de las deficiencias de la WNBA, como plantillas cortas, calendarios con partidos consecutivos y bajos salarios que obligan a las atletas a jugar durante todo el año, en lugar de priorizar el descanso y la recuperación.
“Las lesiones ocurren por diferentes razones”, dice Robinson. “Pero que Caitlin Clark solo juegue 13 partidos esta temporada debido a una lesión es una desafortunada realidad de lo que podría pasar si este ritmo desenfrenado de la temporada de la WNBA continúa”.
El impacto de las lesiones en el crecimiento de la liga
La popularidad de la liga ha traído consigo beneficios como la celebración de partidos en estadios más grandes y la expansión a nuevas ciudades. Sin embargo, este aumento en la audiencia depende en gran medida de que estrellas como Clark ofrezcan un espectáculo, algo que no pueden hacer desde el banquillo. Su ausencia en partidos anteriores ya ha provocado una disminución en los ratings de televisión y el interés en las apuestas de la WNBA.
Récord de asistencia a pesar de las lesiones
A pesar de las lesiones, la WNBA ha superado los 3 millones de asistentes totales en sus partidos de temporada regular, tres semanas después de romper su récord anterior de 2.36 millones establecido en 2002. Las Indiana Fever y las Golden State Valkyries han sido los principales impulsores de este crecimiento en la asistencia. Las Fever lideraron la liga en asistencia total, atrayendo a casi 700,000 fanáticos, impulsado en parte porque la mitad de la liga movió los juegos en casa contra Indiana a arenas más grandes para dar cabida a los fanáticos impulsados por el interés en Caitlin Clark.
El futuro de la WNBA depende de abordar estas problemáticas para asegurar la salud y el bienestar de sus jugadoras, permitiendo que puedan brillar en la cancha y seguir impulsando el crecimiento de la liga.