A 22 años de los atentados del 11 de septiembre, Stevenson Tose’-Rigell, un ex alumno de la escuela primaria Emma E. Booker en Sarasota, Florida, reflexiona sobre el día en que el entonces presidente George W. Bush se enteró de los ataques terroristas mientras lo visitaba.
Tose’-Rigell, que tenía 10 años en ese momento, era hijo de la directora de la escuela, Gwendolyn Tose’-Rigell. Recuerda vívidamente los flashes de las cámaras mientras estaba parado detrás del presidente Bush cuando éste se dirigió a la nación.
"Recuerdo haber mirado a uno de mis maestros y preguntarle: '¿Esto significa que vamos a la guerra?'", relata Tose’-Rigell. Esa experiencia despertó su curiosidad por aprender más sobre las consecuencias del 11S, las causas de la guerra y las relaciones internacionales.
Inicialmente, Tose’-Rigell se mostró reacio a compartir sus recuerdos de ese día. Sin embargo, su madre lo animó, argumentando que su perspectiva era diferente y que podía ayudar a otros a comprender mejor lo que había sucedido.
Compartir su historia también le ha permitido destacar el legado de su madre. Antes de su fallecimiento en 2007, Gwendolyn Tose’-Rigell escribió un libro sobre sus experiencias, incluyendo relatos personales de su encuentro con el presidente Bush, pero nunca llegó a publicarlo. Stevenson cumplió su sueño años después, lanzando "The 9/11 Principal" y actualizándolo recientemente con una segunda edición.
Tose’-Rigell enfatiza que el 11S lo obligó a madurar y a comprender mejor el mundo que lo rodeaba. Su historia es un recordatorio del impacto duradero de ese día trágico y la importancia de honrar la memoria de quienes lo vivieron.