Salta se vistió de fe y esperanza con la celebración del Señor y la Virgen del Milagro, congregando a cientos de miles de peregrinos en una muestra de devoción que trasciende fronteras. En medio de la incertidumbre económica y las tensiones políticas que atraviesa el país, esta masiva movilización religiosa se consolida como un faro de esperanza y un llamado a la reflexión.
Una Tradición Centenaria que Une a la Región
Desde el siglo XVII, la festividad del Milagro conmemora la protección divina frente a terremotos y calamidades que azotaron la región. Este año, la 332ª procesión reafirmó el compromiso de miles de fieles que recorrieron largas distancias, algunos desde provincias vecinas e incluso desde el Perú, movidos por la fe, la promesa o la búsqueda de un milagro.
El Pacto de Fidelidad: Un Compromiso Renovado
El Monumento 20 de Febrero fue el escenario de la emotiva renovación del Pacto de Fidelidad, un acto central de la festividad donde familias enteras, niños vestidos de ángeles y vendedores ambulantes se mezclaron en un ambiente de fervor y tradición. Este pacto, que interpela a la política y a la sociedad en su conjunto, representa un compromiso de lealtad a los valores de fe, esperanza y solidaridad.
El gobernador Gustavo Sáenz acompañó a los peregrinos durante su caminata, destacando el ejemplo de fortaleza y perseverancia que transmiten. "El ejemplo de los peregrinos nos da fuerzas para salir adelante y cambiar las cosas", expresó Sáenz, resaltando la importancia de mantener viva la llama de la fe en tiempos difíciles.
- La multitudinaria movilización demuestra la profunda raigambre de la fe en la región.
- El Pacto de Fidelidad representa un compromiso renovado con los valores de la fe y la esperanza.
- La celebración del Milagro se consolida como un espacio de encuentro, reflexión y fortalecimiento espiritual.
La festividad del Señor y la Virgen del Milagro en Salta no es solo una manifestación religiosa, sino también un símbolo de identidad, unidad y esperanza para toda la región. En un contexto de incertidumbre, esta tradición centenaria nos invita a renovar nuestro compromiso con los valores que nos unen y a trabajar juntos por un futuro mejor.