La CGT Regional Bahía Blanca emitió un duro comunicado repudiando la decisión del gobierno de Javier Milei de reducir drásticamente los fondos destinados a la reconstrucción de la ciudad tras la inundación del 7 de marzo. El recorte, que reduce el presupuesto inicial de 200 mil millones de pesos a la mitad, ha generado indignación entre los gremios bonaerenses.
El comunicado, titulado “Que se arreglen solos, total nos votan igual”, refleja la frustración ante la falta de asistencia a medio año del desastre. Según la CGT, aún no han llegado las partidas para infraestructura, los beneficios impositivos ni las ayudas prometidas a comerciantes y empresas. La organización sindical responsabiliza a Guillermo Francos y Luis Caputo, calificándolos como funcionarios sin experiencia política previa.
“Esta decisión lleva la firma de ‘dos funcionarios nuevos, que nunca estuvieron en cargos políticos y que no puede ser calificados de casta, los nóveles políticos Guillermo Francos y Luis Caputo’”, señalaron Roberto Arcangel, Carlos J. de Boer y Raúl Oviedo, referentes de la CGT local.
El repudio se produce tras las elecciones legislativas provinciales, en las que La Libertad Avanza obtuvo un importante respaldo en Bahía Blanca. La CGT cuestiona la aparente contradicción entre el apoyo electoral recibido y la falta de compromiso del gobierno nacional con la ciudad.
Reacciones y Contexto Político
Este recorte de fondos se suma a la creciente tensión entre el gobierno de Milei y diversos sectores sociales y políticos. La CGT, históricamente un actor clave en la política argentina, ha expresado su preocupación por las políticas de ajuste y su impacto en los trabajadores y las comunidades vulnerables.
La situación en Bahía Blanca pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el gobierno para equilibrar las necesidades de austeridad fiscal con las demandas de asistencia y reconstrucción tras desastres naturales. La respuesta a esta crisis podría tener importantes implicaciones políticas y sociales en el futuro cercano.
¿Qué sigue?
- Seguimiento de la ejecución del presupuesto restante.
- Reuniones entre la CGT y funcionarios del gobierno para buscar soluciones.
- Movilizaciones y protestas en caso de que la situación no mejore.