La Copa Bledisloe, un trofeo que Nueva Zelanda ha mantenido en sus manos durante más de dos décadas, se ha convertido en un dolor de cabeza constante para Australia. La rivalidad entre estos dos países vecinos, conocida como la rivalidad trans-Tasman, abarca una amplia gama de deportes, pero la Copa Bledisloe ocupa un lugar especial en el corazón de ambos.
En las calles de Auckland, los fanáticos de los All Blacks no han perdido la oportunidad de recordarles a los Wallabies su larga sequía. El capitán de los Wallabies, Harry Wilson, se tomó las bromas con humor, reconociendo que la historia no está del lado de su equipo en el enfrentamiento en Eden Park.
"Ha sido una buena acumulación en Nueva Zelanda", comentó Wilson a los periodistas en Auckland. "Ha habido mucha exageración y al caminar por las calles; todos nos hacen saber los resultados, que es algo que disfrutas cuando juegas en territorio enemigo."
A pesar de la presión y la historia en contra, los Wallabies se muestran confiados. Wilson destacó la preparación del equipo y la experiencia adquirida en partidos de alta tensión a lo largo del año. Los Wallabies lideran la clasificación del campeonato de rugby después de cuatro rondas.
"Hemos jugado muchos partidos grandes este año, lo cual es genial porque le da al grupo mucha confianza", agregó Wilson. "Tienes a los leones británicos e irlandeses en una serie de tres juegos, luego en Sudáfrica. Hemos estado en la olla a presión bastante este año, por lo que definitivamente es algo en lo que nos apoyaremos este fin de semana, sabiendo que hemos estado aquí antes, y también hemos encontrado caminos fuera de eso."
La serie de este año se percibe como la más competitiva en años, lo que añade aún más emoción al enfrentamiento. ¿Podrán los Wallabies romper la hegemonía de los All Blacks y reclamar la Copa Bledisloe? El mundo del rugby espera ansiosamente la respuesta.