Cometa 3I/ATLAS: ¿Visita interestelar o artefacto alienígena?

El cometa 3I/ATLAS está causando revuelo en la comunidad astronómica. Descubierto en 2024 por el sistema ATLAS en Hawái, este objeto interestelar presenta características inusuales que desafían las explicaciones convencionales. Su rápido cambio y un brillo sin precedentes lo distinguen de otros cometas observados hasta la fecha.

3I/ATLAS es el tercer visitante interestelar detectado, precedido por ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Estos descubrimientos confirman que el espacio interestelar no es un vacío, sino una vía de tránsito para fragmentos provenientes de otros sistemas estelares.

¿Qué hace a 3I/ATLAS tan especial?

Las peculiaridades de 3I/ATLAS han generado diversas teorías, incluso algunas que rozan la ciencia ficción. El físico de Harvard Avi Loeb sugiere que podría tratarse de un artefacto alienígena camuflado como cometa, dada la imposibilidad de encasillar su comportamiento dentro de los modelos astronómicos conocidos.

Con un núcleo de apenas cientos de metros, 3I/ATLAS posee una coma inusual (la nube de gas y polvo que lo rodea) y emite radiaciones que no se corresponden con las de los cometas del Sistema Solar, según datos recopilados por observatorios como Gemini North y el Very Large Telescope.

El misterio del brillo verdoso

Otro aspecto llamativo es su color verde esmeralda, que ha intensificado su cabellera de manera repentina. El origen de este brillo es objeto de debate. Algunos científicos lo atribuyen a la presencia de compuestos como cianuro y níquel, que emiten luz verde al interactuar con la radiación solar. Otros sugieren que se debe a la reflexión singular de la luz en granos de hielo.

Independientemente de su origen, el cometa 3I/ATLAS continúa sorprendiendo a los astrónomos y alimentando la especulación sobre la posibilidad de vida extraterrestre. Su estudio podría revelar información valiosa sobre la composición y dinámica de otros sistemas estelares, así como sobre la naturaleza de los objetos interestelares.

La comunidad científica sigue de cerca la evolución de 3I/ATLAS, esperando desentrañar los secretos que esconde este enigmático viajero espacial.

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