Brasil y Paraguay se enfrentaron en un partido crucial por la 16° fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. El encuentro, disputado en el Neo Química Arena de São Paulo, marcaba el debut de Carlo Ancelotti como entrenador de la selección brasileña frente a su público.
La presión sobre Ancelotti y el invicto de Paraguay
Ancelotti, en la previa del partido, reconoció la presión que implica dirigir a la selección brasileña, un país apasionado por el fútbol. Sin embargo, se mostró confiado en poder realizar un buen trabajo, aunque solicitó tiempo para implementar su idea de juego. Destacó la importancia de involucrar a la afición y de ofrecer un partido intenso y ofensivo.
Por su parte, Paraguay, bajo la dirección de Gustavo Alfaro, llegaba al encuentro con un impresionante invicto de nueve partidos. La Albirroja ha experimentado una notable mejoría en su rendimiento, lo que le ha permitido acercarse a la clasificación al Mundial. Alfaro ha logrado conformar un equipo sólido, bien organizado y con jugadores de calidad individual.
Análisis del rival: Paraguay, un equipo sólido
Ancelotti elogió el nivel de Paraguay, destacando su solidez, organización y calidad individual. Reconoció que el partido no sería sencillo y que Paraguay llegaba en un gran momento, habiendo realizado muy buenos partidos en las Eliminatorias.
El partido prometía ser un choque de estilos: el Brasil de Ancelotti, buscando consolidar su juego y dar una alegría a su afición, frente al Paraguay de Alfaro, aferrado a su invicto y con la ilusión de dar un paso importante hacia el Mundial.
- Brasil necesitaba la victoria para afianzarse en los puestos de clasificación directa.
- Paraguay buscaba mantener su invicto y acercarse aún más a la Copa del Mundo.
El resultado final impactaría significativamente en las aspiraciones de ambos equipos en estas Eliminatorias Sudamericanas.