Vialidad Nacional en la mira: ¿Qué futuro le espera a los trabajadores?

La posible disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) ha generado una profunda incertidumbre entre sus trabajadores, en medio de la creciente preocupación por la paralización de la obra pública vial y el deterioro de las rutas en todo el país. Si bien la DNV continúa operando, los gremios viales denuncian la falta de fondos para llevar a cabo las reparaciones necesarias.

Desde su creación, la DNV ha sido responsable del "estudio, construcción, conservación, mejoramiento y modificaciones del sistema troncal de caminos nacionales". La posible desaparición de este organismo plantea serias dudas sobre el futuro del mantenimiento de la infraestructura vial argentina.

Los trabajadores de la Delegación 7° (Santa Fe) se encuentran en estado de alerta y han programado una reunión con la comisión directiva del gremio para analizar la situación y definir los próximos pasos a seguir. Victoria Ruíz Moreno, delegada de los trabajadores en Santa Fe, expresó la incertidumbre que reina entre los empleados: "Nadie nos dice nada. Estamos expectantes porque como el 8 de julio vencen los súper poderes que le otorgó las Ley Bases al presidente, entonces si sale esto debería ser ahora".

La delegada gremial también manifestó su preocupación por la posible reducción de personal: "Lo que no sabemos es si es el 30% del total de los trabajadores de Vialidad, o el 30% de cada delegación". En Santa Fe, Vialidad Nacional cuenta con alrededor de 210 empleados.

La situación plantea interrogantes sobre el futuro de la infraestructura vial argentina y el impacto social de una posible reestructuración o cierre de la Dirección Nacional de Vialidad. El debate sobre el rol del Estado en la obra pública y el mantenimiento de la red vial nacional se intensifica en un contexto económico desafiante.

Posibles escenarios y sus consecuencias

La falta de claridad sobre el futuro de Vialidad Nacional alimenta la especulación sobre posibles escenarios. Entre ellos, se encuentra la transferencia de responsabilidades a las provincias, la privatización de ciertos servicios, o una reestructuración interna con reducción de personal.

¿Qué implicaría cada escenario?

  • Transferencia a provincias: Podría generar disparidades en la calidad de las rutas, dependiendo de la capacidad económica de cada provincia.
  • Privatización: Podría aumentar los costos para los usuarios, a través de peajes y tarifas.
  • Reestructuración: Podría generar despidos y precarización laboral.

Es crucial que las autoridades brinden información clara y precisa sobre el futuro de Vialidad Nacional, para evitar la incertidumbre y el temor entre los trabajadores y la población en general.

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