Madagascar: Lucha contra la plaga de langostas se intensifica

La lucha contra la invasión de langostas en Madagascar ha tomado un giro crucial con la llegada de 80,000 litros de pesticidas al puerto de Toliara. Este envío, posible gracias a la financiación del CERF, la FAO y el Reino de Noruega, refuerza significativamente los esfuerzos para controlar la amenaza que representan las langostas, que están devastando cultivos y pastizales en el sur de la isla.

Desde el inicio de la campaña contra las langostas en enero de 2025, se han tratado más de 235,000 hectáreas por vía aérea y terrestre. Este nuevo stock de pesticidas permitirá continuar con estos tratamientos y realizar intervenciones a gran escala en las áreas más afectadas. Adicionalmente, se espera otro lote de 30,000 litros de pesticidas para principios de junio, con el objetivo de combatir los enjambres y proteger las cosechas venideras.

La seguridad alimentaria en Madagascar depende en gran medida de la eficacia de esta lucha. Las infestaciones de langostas representan un desafío importante, y según los expertos, se necesitarán al menos cuatro campañas sucesivas para lograr una remisión completa. La colaboración entre el Ministerio de Agricultura, el Ivotoerana Famongorana ny Valala (una institución local) y la FAO es fundamental para establecer una vigilancia continua e intervenciones coordinadas a gran escala.

El impacto en la economía local

Las langostas no solo amenazan los cultivos, sino también los medios de vida de las comunidades rurales que dependen de la agricultura y la ganadería. La pérdida de cosechas debido a estas plagas puede llevar a la escasez de alimentos y al aumento de la pobreza en las regiones afectadas. La inversión en la lucha contra las langostas es, por lo tanto, una inversión en la estabilidad económica y social de Madagascar.

Próximos pasos

Con la llegada de nuevos pesticidas y la colaboración continua entre las diferentes instituciones, Madagascar está mejor posicionada para combatir la amenaza de las langostas. La vigilancia constante y la rápida respuesta son cruciales para proteger los cultivos y los medios de subsistencia de la población.

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