La lucha contra el fentanilo, un opioide sintético altamente peligroso, sigue siendo un tema central en la relación entre México y Estados Unidos. Recientemente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que el tráfico de fentanilo a través de la frontera con EEUU ha disminuido significativamente, alrededor de un 40%, desde que Donald Trump asumió la presidencia en EEUU e implementaron la 'Operación Frontera Norte'.
¿Afirmación Confirmada?
Sheinbaum declaró estar a la espera de la confirmación de estas cifras por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos. Insistió en que el objetivo de México no es solo complacer al gobierno estadounidense, sino proteger a la juventud de ambos países (y del mundo) del flagelo del fentanilo.
Sin embargo, la situación parece ser más compleja. Mientras que la Casa Blanca, a través de su vocera, Karoline Leavitt, reconoció los esfuerzos del gobierno mexicano en el control fronterizo y la reducción del tráfico de drogas (especialmente fentanilo), el Embajador de EEUU en México, Ronald Johnson, reafirmó la prioridad que el Presidente Trump otorga a este tema. Además, la Embajada de EEUU tuvo que desmentir información falsa que circulaba en redes sociales sobre supuestas acusaciones a políticos mexicanos.
La sombra de la Guerra Comercial
En un giro inesperado, Donald Trump cumplió su promesa de imponer aranceles del 50% a las importaciones de acero y aluminio desde México, lo que añade tensión a la relación bilateral. Esta medida, parte de una agresiva política comercial, podría tener consecuencias negativas para ambas economías.
- La disminución del tráfico de fentanilo es un objetivo compartido.
- La colaboración y la coordinación son cruciales, pero sin subordinación.
- Las medidas proteccionistas de EEUU generan incertidumbre.
En conclusión, la lucha contra el fentanilo presenta avances, pero la relación entre México y Estados Unidos sigue siendo compleja y marcada por desafíos económicos y políticos.